¡Y llegó el momento de trabajar en mi estudio las sesiones de fotos para bebés!
Aunque tenía experiencia con bebés a domicilio y en exteriores, no tuve ocasión, hasta la semana pasada, de comprobar cómo funcionaba el estudio para mis adorables gateadores.
Martina, nuestra protagonista de hoy, entra en el estudio, tranquila y risueña. Martina que se sienta en el set, Martina que deja de estar tan tranquila y tan risueña… ¡Lógico!
Nada que no se solucione dándole su tiempo de adaptación al espacio, y muchas risas y carantoñas. ¡Muy bien, Martina, ya somos las mejores amigas del mundo!
Yo creo que Martina se ha gustado mucho en la sesión y, además, se lo ha pasado muy bien, ¿no creéis?